El fiel, amable y acogedor amigo Flash
Por Quique Sentís - Si, sin dudarlo, el Flash Flash es como esos amigos de la juventud (cuando se inauguró yo tenía 14 años) que nunca fallan. Puede que pases temporadas que los veas mucho y otras que los veas poco, pero en cada reencuentro tienes la sensación de que el tiempo se detiene y que la amistad que te une continua viva.
El Flash es fiel porque no engaña: sabes la carta que te ofrecerá y la comida, con pocas excepciones, es la que tu ofrecerías en casa para tu familia o amigos. Si esperas eso nunca te decepciona.
El Flash es amable porque el maître, los camareros y camareras están atentos y se interesan por ti, pero también porque cuando comes en él te provoca buen humor. Y el buen humor se contagia entre los comensales y la comida, como si quisiera participar de ello, es más sabrosa y apetecible.
El flash es acogedor porque puedes estar bien en una de sus mesas con tu familia y amigos y porque acepta y cuida de todos sin importarle de que generación eres. Pero también es acogedor porque puedes encontrarte, sin pretenderlo con conocidos y amigos que hace tiempo que no veías.
En una ocasión, en un mes de agosto de hace 2-3 años me quedé en Barcelona porque un familiar estaba enfermo. Al salir de la Clínica, donde permanecía ingresado, dude si ir a casa a cenar solo o ir al Flash. Aquella noche, sin esperarlo, cené acompañado: me encontré a unos amigos con los que compartí mesa y conversación. El Flash, ya cincuentón nunca falla. Como esos grandes amigos de la juventud a los que adoras….
3 de julio de 2020
Quique Sentís