El diseño pop y sesentero del Flash Flash se ha convertido en parte de la imagen de su ciudad, Barcelona. El local fue creado por los arquitectos Federico Correa y Alfonso Milá en 1970 en un blanco pulcro y minimalista con ligeros toques de rojo. El fotógrafo Leopoldo Pomés realizó las imágenes de tamaño casi natural que decoran las paredes de una joven fotógrafa en acción (Karin Leiz) y que se han convertido en un símbolo del restaurante y de una época.
El impacto de modernidad sigue intacto cinco décadas después sin apenas modificaciones. Tan solo alguna ligera actualización, incorporando en 2014 una nueva barra de ensaladas diseñada por el estudio de arquitectura Llamazares Pomés y una pequeña modificación en la iluminación, añadiendo lámparas rojas M68 del diseñador Miguel Milá.
El Flash Flash es un clásico de la arquitectura y del diseño de Barcelona que sigue conservando intacta su capacidad de sorpresa y fascinación.