Una fiesta flash fiction

 

No somos el único flash del mundo, pero sí el primero y el único que es doble. No está nada mal dada la proliferación de flashes comerciales que hay por todo el mundo.Hay dos primos flash de los que estamos muy orgullosos. El primero es Flash Gordon, un jugador de polo, graduado en Yale, que en 1934 salvó a la Tierra de una colisión cantada con el planeta Mongo. Se mantuvo en plena forma hasta que se retiró en el 2003. Lo echamos de menos y lo mismo hace desde entonces la gran familia de superhéroes. Inspiró a más de uno. Superman, por ejemplo, no hubiera tenido una capa sino se la hubiera copiado al bueno de Flash.

Nuestro segundo primo favorito es The Flash, el velocista escarlata, el hombre más veloz del mundo. Nació apenas cinco años después de Gordon. Sigue en activo y con una serie en HBO que acumula ya siete temporadas. Sin duda sus poderes son inmortales y universales. Se mueve, corre y piensa súper rápido. Es capaz, incluso, de superar la velocidad de la luz, desafiando las leyes de la física y dejando en ridículo al propio Einstein. The Flash puede ser un poco engreído, pero ¿qué médico forense no lo es? Esta es su tapadera, como el periodismo es la de Superman.

Si quieren conocer más de sus vidas y aventuras les recomendamos la librería Flash de Granada. Vende sus cómics desde 1986 y, del mismo modo que nosotros somos un restaurante eternamente joven, ella es la “librería joven”.

Hace un año y medio, invitamos a Flash Gordon y a The Flash a nuestro 50 cumpleaños. Aceptaron encantados. Hacía tiempo que nos seguían por Instagram. La pandemia, sin embargo, confinó a los superhéroes. Una lástima y una mala decisión porque seguro que hubieran doblegado al virus antes que las vacunas.

A la fiesta que teníamos prevista también iba a venir Flash and the pan, una banda australiana de 1976. Walking in the rain fue uno de sus grandes éxitos. Lo cantó hasta Grace Jones y, sí, ella también aceptó nuestra invitación.

La fiesta en el párking Tave, que organizamos en los 10 y 25 cumpleaños, poco a poco fue desmadrándose. Los superhéroes quisieron venir con las superheroínas -¿cómo podíamos negarnos?- y los amigos de Flash and the pan dijeron que también debíamos invitar a Flash, un grupo de rock progresivo que tocó a principios de los años setenta del siglo pasado, justo cuando nosotros empezábamos a caminar. “Claro, ningún problema" –respondimos-.

La apuesta más arriesgada, sin embargo, fue encargar el catering a nuestros amigos de la bocatería Flash de Almería. Buscábamos un toque poligonero que desorientara un poco a nuestros mejores clientes y no queríamos pizza.

Pizzerías Flash hay un montón y todas querían venir. La Flash de El Palmar (Murcia), la Flash de Olivares (Sevilla), la Flash de Santa Cruz de Tenerife y la Flash de Gran Canaria no querían perderse la gran oportunidad de estar con nosotros. Nos regalaban las pizzas. Nos ponían palmeros y chulos piscina, pero dijimos que no, gracias. No estaban a la altura de la bocatería Flash de Almería.

Desde que la conocimos, nos atrajo su eslogan -“la otra forma de comer”- y, sobretodo, su bocata estrella, el Marchoso. Lleva lomo, bacon, lechuga, alioli y diez ingredientes más que perforan el estómago pero te hacen bailar hasta el amanecer. Una ardilla muy simpática reparte los pedidos en Vespa y está enganchada a la serie The Flash. Podrán conocerla cuando hagamos la fiesta en el párking Tave.

Ya saben ustedes cómo son nuestras fiestas. Nadie quiere perdérselas. ¿Quién dice que no al glamour?

Las principales estrellas del mundo, tanto el virtual como el animado, han vuelto a vaciar sus agendas. Los hoteles de la ciudad están preparados para duplicar precios. Algún cliente listo ha encontrado una oferta en un hotel que se llama Flash (adults, only), pero cuando ya había pagado (88€ la noche) se ha dado cuenta de que estaba en Benidorm.

No se equivoquen y prepárense ustedes también. Los superhéroes nos harán una demostración. Aseguran que cerrarán todos los narcopisos en solo 10 minutos. Grace Jones patinará sobre hielo. Nos bañaremos en una piscina que ocupará el centro de la calle Tuset y desbordará sobre la Diagonal. Saltaremos al vacío y al amanecer veremos un eclipse solar.

Todo está listo para cuando ustedes quieran.