Aquí, ahora y el sexo de las hormigas
Vídeo de Poldo Pomés. Texto de Xavier Mas de Xaxás - Mercedes Milá es una de las mujeres periodistas más importantes que ha habido en España. Supo convertir la televisión en un medio próximo y sincero. Hoy puede parecer extraño porque la televisión es distante y manipuladora. ¿Alguien se cree que las preguntas de una entrevista no están pactadas y las respuestas ensayadas? Casi nadie es sincero en televisión.
Pero en octubre de 1982, cuando Milá arrancó el programa de entrevistas ‘Buenas Noches’, todo estaba por explorar y por hacer. El primer invitado fue Maradona y la actuación musical fue de Una Luz Casal, que entonces aún no había triunfado. Un año después, con el formato y el estilo consolidados -algo tan sencillo como llevar la naturalidad de la calle al plató-, Camilo José Cela confesó que era capaz de succionar un litro y medio de agua vía anal, y José Feliciano puso la música. Aun faltaban varias décadas para la explosión de la televisión friki.
Una de las mejores entrevistas de Milá, sin embargo, no fue a ningún presidente, literato, deportista o estrella de lo que fuera, sino a una mujer que era la encargada de los lavabos del Flash Flash. Se publicó en el diario ‘Mirador’, escenario de todo lo que el restaurante representaba cuando cumplió 25 años en 1995.
Esta mujer se llamaba Rosario Gil Bohórquez. Había nacido en Medina Sidonia, y trabajó en el Flash durante 21 años sin ponerse ni un solo día enferma. Milá le pregunta por su trabajo y ella recuerda que antes de entrar en el Flash trabajaba de camarera de habitaciones en el hotel Oriente, donde hacía entre 20 y 30 camas Atala día. El trabajo en el Flash era mejor. Y eso que implicaba tener los lavabos impolut y para ello era necesario limpiar mucha orina derramada, especialmente masculina.
Los lavabos eran muy importantes en el Flash. Ningún restaurante les prestaba atención en 1970.. El Flash fue el primero que lo hizo. Por eso se pintaron de color rojo y por eso se puso a una persona encargada. Karin Leiz recuerda con cariño a Rosario. También vendía tabaco. Los paquetes los llevaba muy bien ordenados en una gran caja que ella se colgaba del cuello con dos dos cintas de cuero.
Cuando Mercedes Milá la entrevista, Rosario Gil ya se ha jubilado, y está viviendo una vida inaudita, llena de nuevos caminos que le abre la lectura. Aquí hay un punto de conexión muy importante entre las dos mujeres porque para ambas los libros han sido un motor de vida. Rosario los descubrió tarde, pero esta desventaja no fue un problema para atreverse con cualquier título. A Mercedes le confiesa que está leyendo uno sobre las hormigas y que ha descubierto que no hay ser vivo en la tierra que haga el amor más que ellas.
Esta entrevista nos recuerda la gran importancia que tiene saber vivir bien el aquí y el ahora, el presente como si el mañana siempre estuviera por llegar, el carpe diem de los primeros sabios. Mercedes Milá le confiesa a Poldo Pomés lo importante que es haber descubierto este sentido común y haber tenido el coraje de llevarlo a la práctica. Una lección de vida.