La ‘teleputer’ de Jordi Vilajoana
Texto Xavier Mas de Xaxás - En 1995, cuando el Flash Flash cumplió 25 años, Jordi Vilajoana iniciaba su carrera política de la mano de Convergència i Unió. Acababa de ser nombrado presidente de la Corporació Catalana de Ràdio i Televisió, cargo que ocupó hasta 1999. Luego fue conseller de Cultura, diputado en las Cortes, senador y conseller de Presidència, hasta que se retiró en el 2017.
Antes de ser político, Vilajoana había sido economista y publicista. Fue ejecutivo de la agencia Tiempo, que estaba en la calle Tuset, muy cerca del Flash.
Del restaurante le gustaba casi todo, especialmente el pastel de tortilla, la gran salchicha de Frankfurt, la hamburguesa Flash con alcaparras y los langostinos con mayonesa a la una de la madrugada.
Cuando cumplimos 25 años, le pedimos un artículo para el periódico Mirador del Flash, que editamos para regalar a nuestros amigos y clientes. Vilajoana escribió sobre el teleputer, un artilugio de su invención que parecía amenazar el futuro de la televisión.
Las sobremesas en el Flash Flash y la creatividad publicitaria sin duda le hicieron ver el futuro. Cabe recordar que en 1995 apenas había arrancado internet y los teléfonos móviles eran muy caros, muy exclusivos y muy limitados.
Vilajoana, aún así, pudo imaginar el teleputer, un aparato que era una mezcla de teléfono, computadora y televisor, que iba a poner en marcha la comunicación interactiva. Solo había que apretar un botón.
El teleputer estaría conectado a una red de fibra óptica que entonces todavía no se había desarrollado y que nos permitiría, según el oráculo Vilajoana, realizar teleconferencias, comprar cualquier producto desde casa, visitar al médico también sin salir de casa, teletrabajar, estudiar a distancia con los mejores profesores del mundo y disponer de una televisión a la carta para ver lo que quisiéramos cuando quisiéramos.
Gracias a su visión, muchos hemos podido sobrevivir a la pandemia. La bola de cristal de Vilajoana funcionaba. Estaría bien que un día de estos la sacara del cajón y la trajera al Flash para ver cómo será el mundo después de este maldito virus.