• Comer bien en la Barcelona de los 60

    En la Barcelona efervescente de los años 60, cuatro buenos amigos (Alfonso Milá, Cecilia Santo Domingo, Leopoldo Pomés y Karin Leiz), aficionados a comer bien y descubrir espacios nuevos y sugerentes, deciden cumplir su sueño: montar el restaurante que a ellos les hubiese gustado descubrir.

    La primera idea fue una clara apuesta gastronómica: que tuviera una amplia y variada selección de tortillas. Pero el proyecto debía reunir diversos requisitos:
    que no fuera ruidoso, que tuviera un horario muy flexible y generoso, con unos servicios luminosos y confortables (a diferencia de la mayoría de establecimientos de la época) y, finalmente, un personal cualificado y que te hiciera sentir como en casa.

    Los arquitectos Alfonso Milá y Federico Correa se encargaron del interiorismo, Karin Leiz y Cecilia Santo Domingo elaboraron la carta y el fotógrafo Leopoldo Pomés creó la icónica imagen del local que no fue otra que Karin. Y así nació, el 3 de julio de 1970, la tortillería más conocida y frecuentada de la ciudad.

    En la actualidad, el Flash Flash sigue siendo un lugar de referencia y punto de encuentro que abarca diversas generaciones y atrae a todo tipo de gente inquieta, tanto de la ciudad como de fuera.

“¿Y si
montásemos juntos
un restaurante
de tortillas?”

Karin Leiz (Flash Flash 1971)

A finales de los años sesenta, dos matrimonios formados por Karin Leiz y Leopoldo Pomés, Cecilia Santo Domingo y Alfonso Milá, se plantearon el reto de montar una tortillería.

Alfonso Milá (Flash Flash 1971)

Los arquitectos Alfonso Milá y Federico Correa fueron los autores del interiorismo del Flash Flash, en un blanco pulcro y minimalista con ligeros toques de rojo.

Cecilia Santo Domingo (Flash Flash 1971)

Cecilia Santo Domingo y Karin Leiz se encargaron de la elaboración y ejecución de la carta con más de 50 tortillas, las famosas hamburguesas y una gran variedad de ensaladas y platos del día.

Leopoldo Pomés (Flash Flash 1971)

El fotógrafo Leopoldo Pomés realizó las imágenes de tamaño casi natural que decoran las paredes de una joven fotógrafa en acción, Karin Leiz, que se han convertido en un símbolo del restaurante y de una época.

 


 

HISTORIA DEL FLASH FLASH

En la Barcelona efervescente de los años 60, cuatro buenos amigos (Alfonso Milá, Cecilia Santo Domingo, Leopoldo Pomés y Karin Leiz), aficionados a comer bien y descubrir espacios nuevos y sugerentes, deciden cumplir su sueño: montar el restaurante que a ellos les hubiese gustado descubrir.

La primera idea fue una clara apuesta gastronómica: que tuviera una amplia y variada selección de tortillas. Pero el proyecto debía reunir diversos requisitos: que no fuera ruidoso, que tuviera un horario muy flexible y generoso, con unos servicios luminosos y confortables (a diferencia de la mayoría de establecimientos de la época) y, finalmente, un personal cualificado y que te hiciera sentir como en casa.

Los arquitectos Alfonso Milá y Federico Correa se encargaron del interiorismo, Karin Leiz y Cecilia Santo Domingo elaboraron la carta y el fotógrafo Leopoldo Pomés creó la icónica imagen del local que no fue otra que Karin. Y así nació, el 3 de julio de 1970, la tortillería más conocida y frecuentada de la ciudad.

En la actualidad, el Flash Flash sigue siendo un lugar de referencia y punto de encuentro que abarca diversas generaciones y atrae a todo tipo de gente inquieta, tanto de la ciudad como de fuera.